Los discursos que podemos leer en este libro pueden ser entendidos cómo una llamada a la acción, un aterrizaje concreto que además no obedece a un orden vertical, sino que es fruto del debate dado por las organizaciones que integran el EMMP.
La reciente publicación de “Tierra, techo trabajo” contiene los discursos del Papa Francisco en ocasión de los tres Encuentros Mundiales de los Movimientos Populares. Estos discursos, además, vienen acompañados de tres textos de gran valor para entender el pensamiento social, político y teológico del sumo pontífice: “La geopolítica del papa Francisco” de Pablo Bustinduy; “Tierra y futuro” de Juan Grabois y “Una red social diferente para un mundo nuevo” de Alessando Santagata. Tanto el prologo de Bustinduy cómo los epílogos de Grabois y Santagata resultan un aporte extraordinario para que lectores lejanos a los debates de la iglesia católica, sus formas, códigos y tiempos, puedan comprender de manera mucho más clara en que marco se insertan las posiciones del actual sumo pontífice. Aunque también debemos dejar algo muy claro: los discursos dados por Francisco en ocasión de los tres Encuentros Mundiales de los Movimientos Populares desarrollados entre 2014 y 2016 no responden en nada al prejuicio laico sobre la vaguedad, subterfugios o, en definitiva, las calculadas imprecisiones del lenguaje con el que se asocia a los “príncipes de la iglesia.” Por el contrario, los discursos en el Aula Vieja del Sínodo, Santa Cruz de la Sierra y el Aula de Pablo VI son de una claridad meridiana y tienen por objeto encarnar un sujeto político en torno a la obra teórica del actual titular del trono de Pedro. Sí tanto la Exhortación apostólica Evangelii gaudium cómo las dos encíclicas de creación propia I Laudato si y Fratelli tutti diseñan una arquitectura para el pensamiento de la iglesia en el presente, los discursos que podemos leer en este libro pueden ser entendidos cómo una llamada a la acción, un aterrizaje concreto que además no obedece a un orden vertical, sino que es fruto del debate dado por las organizaciones que integran el EMMP.
Uno de los puntos más interesantes de este libro es que nos permite asomarnos al pensamiento de la corriente teológica que ejerce como norte en el pensamiento de Francisco. La Teología del pueblo, hermana, a la vez que “rama autónoma”, de la mucho más conocida teología de la liberación, vertebra el mensaje del sumo pontífice a lo largo del libro. En este sentido, el aporte de Santagata es central, abriendo la puerta a la curiosidad del lector sobre el pensamiento de grandes teólogos latinoamericanos como Lucio Gera, o Juan Carlos Scannone. Sin embargo, es curiosa la omisión de Santagata del teólogo uruguayo Alberto Methol Ferré, tal vez el más fecundo de los teólogos de esta rama concreta del pensamiento católico. Es posible que el autor creyera que la mención de Methol Ferré alejaría al lector de la impresión de que la teología del pueblo era eminentemente argentina, y consecuentemente “peronista”.
No obstante, es verdad que la idea de una “tercera vía” entre el neocapitalismo y el marxismo, que hace centro en una noción policlasista del pueblo, alejándose de la idea de “lucha de clases” de la teología de la liberación para abrazarse a la noción central “pueblo” y “anti-pueblo”, tiene un aroma de familia irresistible con el peronismo en general y con la izquierda peronista en particular. No es menos verdad, que el principio de retroversión de la soberanía, muy caro a la iglesia latinoamericana y a los jesuitas en particular, no es simplemente una “vacatio regis” sino la idea de que la comunidad es el cuerpo en el cual reside la soberanía y que, en el mismo sentido, el soberano siempre está atado a la ley y la obediencia jurada en la consumación del pacto. En definitiva, una idea del ejercicio del poder legítimo muy anterior a cualquier ideología del siglo XX y que entronca con la noción de pueblo y anti-pueblo mucho mejor. Para más dudas, solo hace falta repasar la vida y muerte del mexicano Miguel Hidalgo.
En la inteligencia de comprender este dialogo entre las ideas del siglo XX y las ideas anti despóticas -¿antimodernas?- y cómo estas operan en el pensamiento del Papa, Grabois y Santagata nos dice exactamente dónde buscar: En el discurso pronunciado en el acto de apertura de la Congregación de jesuitas argentinos de 1974 y en la V conferencia General del Episcopado Latinoamericano de 2007, el famoso “Documento de Aparecida” que constituye para muchos el comienzo de la transformación de Bergoglio en Francisco. Allí podremos ver la evolución de la teología política del actual Papa.
Yendo al verdadero núcleo del libro, un número se repite con una insistencia casi cabalística: tres textos en tres encuentros, tres derechos a garantizar; tierra, techo y trabajo, y tres líneas para intervenir en el mundo: optar por los pobres, defender la madre tierra y luchar contra el Dios dinero. A lo largo de estos discursos, Francisco insiste en el giro total que plantea en la relación entre la iglesia y los desposeídos del mundo. Optar por los pobres siempre es con, siempre al lado de ellos, y lo hace con inocultable desprecio por quienes se relacionan “desde arriba” con los sectores populares, en un mensaje duro hacía dentro de la iglesia, pero tanto o más duro hacia las grandes ong´s. En el mismo sentido, su defensa de la madre tierra, esa “ecología integral” que propone en Laudato si se encarna en estos discursos, especialmente en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, donde recuerda que, “No se puede permitir que ciertos intereses – que son globales, pero no universales- se impongan, sometan a los Estados y organismos internacionales, y continúen destruyendo la creación.”
Descarte de los hombres y mujeres, descarte de la naturaleza, en sus palabras “una guerra mundial en cuotas” producida por la llamada “cultura del descarte” a la que el Papa convoca a combatir, no solo a denunciar o condenar, a todas las organizaciones sociales agrupadas en torno al EMMP, organizaciones que cuentan con una especial legitimidad para hablar de las consecuencias de este modelo: trabajadores informales, recuperadores de residuos, campesinos sin tierra y migrantes son la práctica totalidad de los miembros de estos encuentros que aborda el libro. Esta cultura que amenaza la propia posibilidad de que nuestro planeta siga existiendo tiene nombre para Francisco, él, siguiendo lo más profundo de la tradición religiosa abrahámica, acude no a la cristiana figura del “demonio”- ser ajeno al islam y al judaísmo- II sino a la atávica figura de los falsos dioses, en este caso, el temible dios mercado es el que atenta contra la misma creación.
Intentando terminar por el principio, el prólogo de Pablo Bustinduy acierta cuando habla de bifurcación y de cambio ciclo, pero, sobre todo, cuando menciona que Bergoglio está interviniendo mucho más allá de aquella coyuntura. O de cualquier coyuntura. Solo hace falta un poco de memoria para recordar que se esperaba coyunturalmente que Francisco fuese un parapeto en su Latinoamérica contra la expansión de la ultraderecha evangélica, y muchos entendieron como un fracaso completo de su misión el triunfo, en el país con más católicos del mundo, Brasil, de Jair Bolsonaro. Lo mismo con la victoria de quien, en esta división en dos campos que plantea Bustinduy sobre los discursos de Francisco, puede ser entendido como el mejor y más peligroso discípulo del dios mercado: Donald Trump. Ultraderecha evangélica en América Latina y los Estados Unidos, triunfo de peligrosas mutaciones Tatcheristas, o en brillantes palabras del periodista Juan Losa “La internacional nihilista ha llegado” a este lado del Atlántico.
Pero no todo está dicho, ya que en este libro las palabras e ideas del Sumo Pontífice toman un cariz diferente con la llegada de un presidente católico y formado en la doctrina social de la iglesia a los Estados Unidos, un hombre que, contra todo pronóstico, acude a los principios de “tierra, techo y trabajo” con el objetivo de salvar la casa común y de recordar que las vidas, y no las patentes, son sagradas.
Aún resta saber cuan exitosa será la hoja de ruta de “tierra, techo y trabajo”, pero, desde ya, desafía a la cultura del presentismo permanente y al cinismo pesimista en el que se encuentra occidente hoy.
I Es pertinente aclarar que la primera encíclica de Francisco, Lumen Fidei es un texto ya redactado por su predecesor, Benedicto XVI, al que el actual pontífice sólo añadió algunas aportaciones.
II Si bien ambas religiones conciben la noción de seres malignos o privados de bondad como son Iblís/Shaitán en el islam o los Shedim de la mitología judía, no existe un equivalente a la idea de un diablo cómo el de la fe cristiana.
La elección de traducir y editar estas entrevistas podría parecer obvia, pero no por ello menos acertada ni desprovista de desafíos, muchos de ellos resueltos con solvencia. Otros, muy dependientes de cómo se medirá la actualidad de las palabras de Chomsky con el resultado final del conflicto.
Ani Pérez encuentra con este libro la manera de esclarecer las dudas y las confusiones que existen en los procesos de cambio que estamos viviendo en el sistema educativo. Lo hace escribiendo un libro que ella misma reconoce que hubiese criticado hace unos años.
Tras varios años de pandemia que han desmovilizado considerablemente al movimiento climático, se hace necesario repensar las estrategias y las tácticas políticas que deben ponerse en marcha para evitar el desastre planetario. Andreas Malm nos invita con audacia a considerar el boicot de las infraestructuras de la economía fósil como parte fundamental del ejercicio de presión que el movimiento tendría que ejercer sobre unos gobiernos sumisos ante el colapso climático.
Este libro es una oportunidad maravillosa para conocer la situación real de las personas trans, para acercarse a escuchar a quienes están en las situaciones más vulnerables. Shon Faye ha realizado entrevistas y recopilado información para conseguir esto, de forma que se trata de un análisis y no de unas memorias.
La filósofa Carolina Meloni (Tucumán, 1975) busca sacudirnos examinando el potencial emancipador de nuestros sueños. Aunque encontramos un texto en el que Meloni se abre a aquellas que leemos, la interpelación en sus páginas es a un sujeto colectivo.
Arrollados por la ola cibernética, no tratan de negar ni oponerse al claro espíritu de su época como otros aburridos miserabilistas, pero tampoco se imbuyen en ella de manera acrítica, como muchos otros posthumanos que no supieron ver el claro anacronismo que supondría en el futuro la excesiva identificación con su tiempo.
En algún momento de la película, fruto de un diálogo entre personajes que no recuerdo, hay un enunciado que llamó especialmente mi atención y que hace evidente la pérdida del sentido de autoridad que recorre el argumento: «antes, podías estar encerrado en una habitación con el enemigo y mirarle a la cara. Ahora, el enemigo está en el aire».
Con un esmero encomiable, Bravo hilvana los hilos malditos de la historia, los personajes de los márgenes, entre diseñadores olvidados y vikingos del siglo XX, amantes despechados y terroristas ajusticiados en sus celdas.
El nacionalpopulismo es una respuesta con sólidas razones históricas a la crisis de un sistema, pero tiene un parentesco con el mismo sistema al cual se opone, tanto en su origen, como en su destino.
Marvel se ha convertido en un dispositivo privilegiado para medir las diferentes vertientes y rasgos de la imaginación cultural y política actual, pues, muy lejos de ser mero entretenimiento, ha logrado atraer a millones de personas en todo el globo a partir de una serie de mitos y elementos narrativos que dicen mucho de cómo el mundo se piensa a sí mismo y, en concreto, como se piensa en relación con su propio contexto histórico.
La biografía aquí reseñada podría ser leída como una suerte de aplicación práctica de la «Ética», un estudio de caso demostrado según el orden historiográfico en lugar del geométrico: la vida y obra de Spinoza como el efecto resultante de una enorme cantidad de causas incidentes que el autor documenta con una rigurosidad pasmosa.
«Debemos elegir qué relato contar. Si preferimos la inevitabilidad de capitalismo y la falibilidad del progreso o, por el contrario, si optamos por el deseo del progreso y la accidentalidad del capitalismo» Xandru Fernández
El papel de la policía en las sociedades contemporáneas debe ser cuestionado, y el sociólogo Alex S. Vitale ofrece en «El Final del Control Policial» la posibilidad de abrir espacios de conversación en torno a cómo queremos organizar nuestras comunidades. A pesar de centrar su crítica en el modelo estadounidense, la obra de Vitale ofrece al lector lecciones y herramientas útiles para el análisis de las estructuras de poder que refuerzan y legitiman el control policial en su propio contexto nacional.
A partir de conversaciones con diferentes lectores y lectoras, Zafra construye de forma epistolar un ensayo pausado, ágil de leer y que vuelve a poner encima de la mesa la situación cada vez más insostenible de la industria cultural y sus trabajadores.
Una teoría tan sofisticada como la de Laclau bien necesitaba una introducción. Antonio Gómez Villar se propuso suturar esta brecha, tres años más tarde, con la publicación de «Ernesto Laclau i Chantal Mouffe: populisme i hegemonía» (Gedisa, Barcelona, 2018), una obra que encuentra un calculado equilibrio entre la divulgación y la información teórica.
Si nos preocupa nuestro presente, si queremos plantear un horizonte alternativo al capitalista que nos lleva a la extinción, debemos tomar muy en cuenta las preguntas, explicaciones y enseñanzas que Antonio Antón nos ofrece a través del gigante Gargantúa.
Bastani presenta un escenario de crisis multidimensional que hoy se enfoca sobre todo desde la perspectiva de la escasez y la desigualdad y cuya propuesta hegemónica es aumentar los sacrificios para, en el mejor de los casos, vivir en un declive más suave.
En el estudio de Hochschild, su estimación sobre las horas empleadas por las mujeres entre trabajo productivo y reproductivo es de quince horas extras a la semana más que los hombres, lo que supone una doble jornada, en toda regla.
Estamos ante un ensayo impecable, que consigue hacer sencillo lo complejo, exponiendo y explicando términos que van desde la teoría psicoanalítica lacaniana hasta las multiplicidades de la teoría queer, pasando por la teoría feminista.
¿Qué es estar enfermo? ¿quién define la enfermedad? ¿cuáles son sus límites? ¿qué relación guarda la enfermedad con nuestro cuerpo? Estas son algunas de las preguntas que atraviesan el libro «La emancipación de los cuerpos».
En sus páginas no solo hay un Fisher diferente, hay uno de los mejores Fisher. El contenido del curso que Mark había diseñado tenía un objetivo claro: abandonar la vaguedad que parece rodear un término como “Post capitalismo”.
¿Por qué se habla de Estado español y se rechazan los símbolos oficiales de España? ¿Por qué leemos tanto a Balzac o a Dickens y tan poco a Cervantes y Galdós? Santiago Alba Rico nos da algunas posibles respuestas en este libro.