«Debemos elegir qué relato contar. Si preferimos la inevitabilidad de capitalismo y la falibilidad del progreso o, por el contrario, si optamos por el deseo del progreso y la accidentalidad del capitalismo» Xandru Fernández
El término “generación” se ha convertido en un concepto un tanto paradójico. Mientras que muchos apuntan a su inconsistencia como herramienta sociológica y otros lo acusan de ocultar divisorias más importantes, como las de género o clase, la realidad es que la generación se ha instalado con tanta presencia como clave de lectura de nuestra realidad social que, por muy resbaladizo que sea, el término se ha vuelto inevitable. Con esta particular ambivalencia presente se enfrenta Xandru Fernández al desgranar la geografía cognitiva de los baby boomers, una generación que puede parecer no estar muy de actualidad si atendemos a la ubicuidad de reflexiones sobre "lo millenial” o “o gen-z”, pero que se ha convertido en el elemento de contraste fundamental para entender las dificultades de desarrollo de una identidad cultural particular de estas últimas.
En ocasiones puede parecer que Xandru habla como si esta generación le fuera propia, pero en otras nos recuerda también que él se encuentra un tanto a la cola. Nacido en 1970, el autor en realidad pertenece a los herederos inmediatos de los baby boomers, lo que, en el fondo, conecta con una de las tesis fundamentales del libro: la forma en la que los baby boomers han impuesto su visión como la visión del mundo en general, bloqueando con su influencia cultural el florecimiento de las formas de expresión particulares de las generaciones posteriores. Por tanto, la propia condición del autor de “hermanastro” de los boomers resuena con la manera en la que, en palabras de Xandru, «la épica de los baby boomers ha resultado ser tan absorbente que bloquea la posibilidad de que surja un relato épico posterior: al interpretar su propia trayectoria como una trayectoria de ascenso y caída, los baby boomers han conseguido convertir esa trayectoria en una cosmología, como si la historia de la humanidad discurriese en paralelo a la historia de su generación.» (pág. 79).
Esta habilidad particular de hilar lo personal con lo general en un texto que escapa del auto-ensayo —pero que está marcado de forma consciente por sus intereses y gustos personales— es uno de los puntos más fuertes del libro. Y esto vamos a ver cómo se traslada de forma orgánica entre reflexiones sobre los apocalipsis del Universo Cinematográfico de Marvel, el clasismo de la muerte en el cine de Haneke y las sombras y reflejos del progreso y sus demonios en una finísima meditación sobre La montaña mágica de Thomas Mann, que resulta un compañero sorprendente al ensayo. No cabe duda de que la clave generacional, por cuestiones que quizás son meramente de moda, será la que llame más la atención del libro, pero la realidad es que el gran rango ensayístico del texto le permite planear por una gran retahíla de temas, que de una u otra forma están relacionados con esta conciencia crepuscular y de fin de ciclo generacional. Conectan con una mirada amplia a temáticas como el ascenso y el ocaso de las promesas ilustradas y modernas, que llevan al asturiano a realizar una revisión y un final intento de recuperación de términos hoy denostados como el de progreso y, de forma particularmente interesante, el de revolución.
Esto sitúa sin duda el libro en las claves propuestas por Fredric Jameson y desarrolladas por Mark Fisher en la conocida máxima de que es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo. En parte reconociendo su deuda con Fisher, pero declarando su intención de emanciparse del tono crepuscular que encuentra en Realismo capitalista, Xandru propone algunos contraejemplos a esta máxima, como en su aguda interpretación del género de zombis contemporáneo y, en particular, de la serie The Walking Dead. Para el autor, las actuales ficciones post-apocalípticas «recrean situaciones de excepción en que, tras un Apocalipsis del signo que sea (nuclear, zombi, alien o varias de esas cosas a la vez), la competencia entre individuos instaura algún tipo de equilibrio de fuerzas basado en fuertes liderazgos y tolerancia cero hacia los disidentes». Estas nuevas fantasías del fin de los tiempos parecen resonar con relatos reaccionarios cuya actualidad y peligro es evidente. «La Arcadia rural, blanca y protestante, requiere con frecuencia la intervención de jóvenes agresivos, carentes de escrúpulos, proclives a medir sus fuerzas con la hostilidad ambiental o con cualesquiera otros aspirantes al liderazgo. El varón adulto afirma su primacía en la medida en que es padre o hace las funciones de padre.» (pág. 182). El problema ahora quizás sea que la extrema derecha es capaz de capturar con mayor facilidad los imaginarios posteriores al fin del capitalismo, aunque este final siga enclavado como equivalente al fin del mundo.
El amplio rango de temas por los que transita el libro, que diluye las líneas de la alta y baja cultura, la cultura de masas y el arte de culto, lo sagrado y lo profano, acaba por tener un predecible efecto ambivalente: logra que casi cualquier lector pueda encontrar secciones que le son de interés, y a su vez provoca que, de forma casi inevitable, casi cualquier otro encuentre otras que no le llamen de la misma manera la atención. Y si bien la exposición del bloqueo cultural de los baby boomers hace del libro una entrada fundamental en el comentario social y cultural de nuestros días, buena parte de su mérito y su demérito consiste en que, al final, habrá difuminado lo suficiente estas categorías como para que quede a la vez aclarado —pero no del todo desarrollado— el proceso material que acompaña al auge en relevancia de esta generación y cómo, de la forma que hemos anunciado al principio, las claves generacionales empañan en ocasiones la divisoria de clase.
En todo caso, si bien Xandru Fernández parece aún un tanto apegado al espíritu crepuscular del que trata de emanciparse, el libro demuestra una gran claridad y ánimo en sus ideas y líneas de fuga, ofreciendo multitud de puntos que nos serán sin duda de ayuda en el futuro y a los que parece inevitable que acabaremos regresando. En su reciente presentación del libro, Xandru afirmó que pertenecía a una generación que no estaba preparada para cumplir los cincuenta. Ya nos gustaría a quienes venimos después, sin embargo, llegar así a esa edad, publicando un libro que mantiene un sólido equilibrio en su revisión crítica del pasado, su intervención en temas de total actualidad y su mirada fija en el futuro.
La elección de traducir y editar estas entrevistas podría parecer obvia, pero no por ello menos acertada ni desprovista de desafíos, muchos de ellos resueltos con solvencia. Otros, muy dependientes de cómo se medirá la actualidad de las palabras de Chomsky con el resultado final del conflicto.
Ani Pérez encuentra con este libro la manera de esclarecer las dudas y las confusiones que existen en los procesos de cambio que estamos viviendo en el sistema educativo. Lo hace escribiendo un libro que ella misma reconoce que hubiese criticado hace unos años.
Tras varios años de pandemia que han desmovilizado considerablemente al movimiento climático, se hace necesario repensar las estrategias y las tácticas políticas que deben ponerse en marcha para evitar el desastre planetario. Andreas Malm nos invita con audacia a considerar el boicot de las infraestructuras de la economía fósil como parte fundamental del ejercicio de presión que el movimiento tendría que ejercer sobre unos gobiernos sumisos ante el colapso climático.
Este libro es una oportunidad maravillosa para conocer la situación real de las personas trans, para acercarse a escuchar a quienes están en las situaciones más vulnerables. Shon Faye ha realizado entrevistas y recopilado información para conseguir esto, de forma que se trata de un análisis y no de unas memorias.
La filósofa Carolina Meloni (Tucumán, 1975) busca sacudirnos examinando el potencial emancipador de nuestros sueños. Aunque encontramos un texto en el que Meloni se abre a aquellas que leemos, la interpelación en sus páginas es a un sujeto colectivo.
Arrollados por la ola cibernética, no tratan de negar ni oponerse al claro espíritu de su época como otros aburridos miserabilistas, pero tampoco se imbuyen en ella de manera acrítica, como muchos otros posthumanos que no supieron ver el claro anacronismo que supondría en el futuro la excesiva identificación con su tiempo.
En algún momento de la película, fruto de un diálogo entre personajes que no recuerdo, hay un enunciado que llamó especialmente mi atención y que hace evidente la pérdida del sentido de autoridad que recorre el argumento: «antes, podías estar encerrado en una habitación con el enemigo y mirarle a la cara. Ahora, el enemigo está en el aire».
Con un esmero encomiable, Bravo hilvana los hilos malditos de la historia, los personajes de los márgenes, entre diseñadores olvidados y vikingos del siglo XX, amantes despechados y terroristas ajusticiados en sus celdas.
El nacionalpopulismo es una respuesta con sólidas razones históricas a la crisis de un sistema, pero tiene un parentesco con el mismo sistema al cual se opone, tanto en su origen, como en su destino.
Marvel se ha convertido en un dispositivo privilegiado para medir las diferentes vertientes y rasgos de la imaginación cultural y política actual, pues, muy lejos de ser mero entretenimiento, ha logrado atraer a millones de personas en todo el globo a partir de una serie de mitos y elementos narrativos que dicen mucho de cómo el mundo se piensa a sí mismo y, en concreto, como se piensa en relación con su propio contexto histórico.
La biografía aquí reseñada podría ser leída como una suerte de aplicación práctica de la «Ética», un estudio de caso demostrado según el orden historiográfico en lugar del geométrico: la vida y obra de Spinoza como el efecto resultante de una enorme cantidad de causas incidentes que el autor documenta con una rigurosidad pasmosa.
El papel de la policía en las sociedades contemporáneas debe ser cuestionado, y el sociólogo Alex S. Vitale ofrece en «El Final del Control Policial» la posibilidad de abrir espacios de conversación en torno a cómo queremos organizar nuestras comunidades. A pesar de centrar su crítica en el modelo estadounidense, la obra de Vitale ofrece al lector lecciones y herramientas útiles para el análisis de las estructuras de poder que refuerzan y legitiman el control policial en su propio contexto nacional.
A partir de conversaciones con diferentes lectores y lectoras, Zafra construye de forma epistolar un ensayo pausado, ágil de leer y que vuelve a poner encima de la mesa la situación cada vez más insostenible de la industria cultural y sus trabajadores.
Los discursos que podemos leer en este libro pueden ser entendidos cómo una llamada a la acción, un aterrizaje concreto que además no obedece a un orden vertical, sino que es fruto del debate dado por las organizaciones que integran el EMMP.
Una teoría tan sofisticada como la de Laclau bien necesitaba una introducción. Antonio Gómez Villar se propuso suturar esta brecha, tres años más tarde, con la publicación de «Ernesto Laclau i Chantal Mouffe: populisme i hegemonía» (Gedisa, Barcelona, 2018), una obra que encuentra un calculado equilibrio entre la divulgación y la información teórica.
Si nos preocupa nuestro presente, si queremos plantear un horizonte alternativo al capitalista que nos lleva a la extinción, debemos tomar muy en cuenta las preguntas, explicaciones y enseñanzas que Antonio Antón nos ofrece a través del gigante Gargantúa.
Bastani presenta un escenario de crisis multidimensional que hoy se enfoca sobre todo desde la perspectiva de la escasez y la desigualdad y cuya propuesta hegemónica es aumentar los sacrificios para, en el mejor de los casos, vivir en un declive más suave.
En el estudio de Hochschild, su estimación sobre las horas empleadas por las mujeres entre trabajo productivo y reproductivo es de quince horas extras a la semana más que los hombres, lo que supone una doble jornada, en toda regla.
Estamos ante un ensayo impecable, que consigue hacer sencillo lo complejo, exponiendo y explicando términos que van desde la teoría psicoanalítica lacaniana hasta las multiplicidades de la teoría queer, pasando por la teoría feminista.
¿Qué es estar enfermo? ¿quién define la enfermedad? ¿cuáles son sus límites? ¿qué relación guarda la enfermedad con nuestro cuerpo? Estas son algunas de las preguntas que atraviesan el libro «La emancipación de los cuerpos».
En sus páginas no solo hay un Fisher diferente, hay uno de los mejores Fisher. El contenido del curso que Mark había diseñado tenía un objetivo claro: abandonar la vaguedad que parece rodear un término como “Post capitalismo”.
¿Por qué se habla de Estado español y se rechazan los símbolos oficiales de España? ¿Por qué leemos tanto a Balzac o a Dickens y tan poco a Cervantes y Galdós? Santiago Alba Rico nos da algunas posibles respuestas en este libro.